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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

5/31/2012

MARIANO, LÁRGATE.

Estimado Mariano:

Permíteme antes que nada tutearte pues tú eres hombre del pueblo y un señor normal. Te escribo estas palabras para pedirte un favor: Que te largues. Ahora supongo que esto lo estará leyendo alguno de tus asesores, sí, esos contratados a dedo y que siempre son familiares putativos de algún conocido, esos. Pues bien, evidentemente, yo no te voté. No me da vergüenza admitirlo en público porque no creo que sea nada vergonzante demostrar mi inteligencia al no haberlo hecho. No te emociones a tratarme de rojillo peligroso que TAMPOCO voté al otro. Dicho lo cual, tengo toda la autoridad moral para enviarte a un lugar muy bonito y muy tranquilo: La mierda.

Y te voy a explicar por qué. Cuando tu llegaste lo hiciste diciendo que no pasaría nada en sanidad y educación, que ibas a respetar las pensiones, que la Ley de Dependencia se mantendría y que ibas a vencer  el paro. Pues bien, tu programa, ese que te hacen tus inteligentes asesores tras miles de bonitas reuniones para lucir carpetitas de cuero de 700 pavos la pieza, es una mierda. Por eso, te invito a que te vayas a él, lo leas, lo repases y compruebes que tu palabra vale cero.

Otra cosa que me gustaría pedirte es que dejes de tratarnos como si fuésemos gilipollas. Querido Mariano, somos muchos los que tenemos formación ("la generación más preparada de la Historia") y nos molesta especialmente que se nos trate como a idiotas. Te has cargado junto a la colaboración inestimable del anterior esperpento el futuro de nuestros hijos, has dilapidado la esperanza de los parados y has mentido a todo el país a velocidad de vértigo. No tienes excusas porque las excusas siempre son infructuosas. Y tampoco tienes valor, ni lo conoces.

Mariano, estás políticamente sentenciado porque nos has engañado y metido en un lio aún mayor por negar evidencias como la de Bankia y proteger a tus amigotes. Eres la vergüenza con barba, el esperpento valleinclanesco con tics de dictador, el ignorante sabelotodo que por empollar creyó saber y el prepotente que por mandar cree saber gobernar. 

Por todo esto Mariano te pido nos ahorres las vergüenza y el sonrojo de salir en las portadas de los periódicos todos los dias para que vean tu asquerosa y zafia gestión. Te ruego cojas tus maletas de piel de Loewe, tus trajes de diseño made in Spain y tus camisas de golf y te vayas a una isla lejana o al planeta Marte. También puedes invitar a otros ineptos y delincuentes. Sí, esos que imitas y amparas con bonitas leyes fiscales. Sí, Mariano, haz memoria, ¡leñe! Urdangarín, Camps, Fabra's, Cospedal and husband, Rato, Esperanzita la Fantástica, Feijoó, Valcárcel...Idos allí, hazme caso. Y cuando esteis en Marte quitaos la escafandra para sentir la misma sensación de ahogo que siente el pueblo. Y cuando os revienten los pulmones y sangreis como cerdos a lo mejor le dais pena a alguna nave alemana que pasaba por allí y os rescata. Para entonces, querido Mariano, nosotros ya habremos muerto de inanición y estaremos en escalada de suicidio como Grecia. 

Eternamente agradecido,

Un ciudadano que solo espera que te esfumes. 

5/17/2012

LA TRAMPA

Nuestro hermoso sistema del eufemismo constante se ha inventado una nueva palabra que pone los pelos de punta por naive y por perversa: Sostenibilidad. Yo que soy profesor de lenguas no doy crédito ante la naturaleza del concepto aplicado al contexto. Sostenibilidad significa que puede ser sostenido o soportado, que tiene la capacidad de ser sostenido. Pero como suele ocurrir en el tramposo uso del diccionario (¡Ay, la RAE!) se olvida de las aplicaciones contextuales. Actualmente sostenibilidad significa "No lo puedo pagar, nena" ( o nene)Oida pues la palabra nos entran los sudores frios y nos tiembla el labio superior (los que lo tengan a excepción de Aznar). Lo que nadie está interesado en explicar es que para que algo sea sostenido debe haber un sostén, sustentador o soporte que realice esa acción. Y nos acercamos entonces al uso de sostenido como mantenido y ya tenemos el nudo gordiano. Sostener es bien, mantener es mal que diría algún tuit gracioso. Porque en este sistema individualizado,asocializado y egoistamente construido no hay nada peor que mantener (¿O era sostener?) al vecino, al amigo o al señor que pasa. Eso no está de moda, resulta incluso incorrecto. ¿Cómo voy a pagar yo sacrosanto liberal la vida del de enfrente que ni conozco ni me interesa? Bastante tengo con lo mio. Si quiere que se lo pague él o ella. Y así hasta llegar a la perversión máxima que conlleva la destrucción moral del sistema: La educación es un negocio y no una inversión. Y como somos muy modernos, muy americanos, muy europeos y muy chiripitifláuticos pues adoptamos modelos externos de los cuales solo conocemos un capítulo de Sensación de vivir y alguna que otra película de Truffaut. Y pondré ejemplos concretos por si alguien no sabe quien era Truffaut. En su película Los 400 golpes el sistema pervierte a los alumnos porque les trata como piezas de un sistema de producción provocando la consiguiente frustración y violencia por parte de estos ( por cierto, aulas bien hacinaditas no sea que no socialicen). Lo de conocer Sensación de vivir lo doy por hecho y les recuerdo solo dos palabras aterradoras para cualquier mente: California Beach. Estudiantes modelazos en camiseta de tirantes que van a la uni porque (¡Oh, milagro!) tienen una fabulosa beca full equip. ¿Beca? No, no...espera que estoy hablando de EEUU. Crédito, eso sí...crédito. Pues eso: Que los estudiantes americanos (tanto buenos como malos) están más endeudados que una pobre prostituta explotada por las mafias. Volviendo al nudo gordiano entre ser un sostenido o un mantenido encontramos la solución: Paguen ustedes más tasas y quien no pueda se le ayudará. ¿Becas? No, espera...que esto es España en ruinas, debo haberme equivocado. ¡Créditos! Eso es, gran fórmula: Créditos, deuda, pagar a futuro, intereses, Botín repartiendo piruletas. Y en ese momento te paras a pensar y lo ves claro: Pagar como California para estudiar como en Los 400 golpes. Estimados ingenieros económicos del purulento sistema españistaní: Por favor, no nos tomen por gilipollas que les hemos pillado la trampa. Gracias. David Marzal Sellés Escritor, profesor.