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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

9/27/2012

A CARA DE PERRO

Las últimas 48 horas han sido en lo que llevamos de trimestre las más significativas. No sé si ustedes se habrán dado cuenta pero los teóricos del shock campan a sus anchas gracias a la complaciente pasividad de la mayoría de la población. Mientras se conculcan derechos aquí y allá, el Estado del Bienestar es derruido, el hambre se cierne cada vez sobre máss gente, la enfermedad se aglutina en colas sin receta, la Educación se pervierte con los manejos de la inutilidad y la coacción pasa a formar parte del modus operandi del Gobierno, nuestro Presidente (sí, hay que joderse, es el de todos) se fuma un buen puro paseando cual Frank Sinatra rancio por Nueva York. Martínez Soria debe estar descojonándose en su sagrada tumba al ver semejante paletada.

Los teóricos del shock están mucho más presentes de lo que usted y yo podemos llegar a imaginar. Porque la teoría del shock no es una presencia, es un discurso. Es el discurso de la opresión que permite, eso sí, bien parapetados en las normas democráticas, destrozar a la ciudadanía. Comparen el Estado de sus cuentas en todos los sentidos desde 2003 a esta parte y asómbrense. 

Contaba el escritor Manuel de Predolo, insigne literato dedicado a la novela negra, en su obra teatral Homes i no que cuando un muro se derrumba detrás hay una reja y que cuando la reja se parte detrás hay otro muro. Cíclica historia de las diversas capas del autoritarismo y la inmoralidad. Tan cíclicas que las estamos renovando a toda prisa. Tanta prisa que ya nos han estallado en las manos. 

El Gobierno simplemente ha perdido el control de la situación. Y lo ha perdido porque le conviene perderlo. Porque a mayor confusión y locura mayor aplicación de normas de tapadillo sin comerlo ni beberlo. Hoy mismo, 26 de septiembre, se ha anunciado por parte de infinidad de medios (sí, aún hay prensa, aprovechen) que el sueldo de los funcionarios públicos volvería a ser congelado en 2013. Casualidades de la vida, por la mañana, el ministro de Defensa (¿o era de Indefensión?) felicitaba a la polícia por su "espléndida" actuación en las manifestaciones del 25-S. Tan espléndida que se les recompensa con un nuevo pullazo en la nómina. Pero tranquilos que hay suficiente ruido como para tapar las voces de trece mil niños cantores.

Ante esta situación la oposición sigue a lo suyo. Si la imagen del Gobierno es tristérrima la de la oposición es inmovilérrima (neologismos de la crisis se llaman). Rubalcaba está más perdido que la barca del arroz. Pero yo también lo estaría. No debe ser plato de buen gusto entrar a barrer la caca depositada a modo de sedimento legislatura tras legislatura por unos y otros, tête à tête 36 añazos, ¡toma ya! Otros partidos están que lo tiran. UPyD sube como la espuma pese a un discurso trufado de populismo en el que algunas cosas son lógicas y necesarias y otras son simplemente boutades de medio pelo. IU va de Robin Hood pero luego descubrimos que no aprueban que los niños dejen de pagar el tupper. Y los nacionalistas ya están inmersos en procesos electorales. Mas, incluso, apuesta por la independencia. Yo también quiero la independencia. Quiero independizarme de la farfolla que nos desgobierna. Curioso y fabuloso todo.

Y, ¿usted qué hace? Tomaré como prueba el testimonio de tres personas en las últimas 48 horas. La persona A, mujer, en la cuarentena y con trabajo, autónoma, dos hijos y una hipoteca, declara que los políticos necesitan que les den un "sustito", nada grave, pero un "sustito". La persona B, mujer, cercana a los 76 años, varios hijos, jubilada, pensionista, declara que en su vida hubiera imaginado "ver España como está ahora". La persona C, mujer, en la treintena, sin hijos, en paro y sin perspectivas, declara que si por ella fuera enviaba a todos los políticos a una isla sin comida para que agonizasen y se les quitasen las ganas de reirse del pueblo. Lo curioso es que hace tan solo nueve meses la persona B dijo a C y A que no votasen al insigne fumapuros porque se iban a arrepentir. ¡Ecco!

Vista la situación me acuerdo constantemente de la novela cumbre de Bret Easton-Ellis, American Psycho, y de las palabras de Churchill a la Cámara de los Comunes el 13 de mayo de 1940. Al final de la novela, historia de un yuppi sin escrúpulos que se dedica a gozar matando, una frase lapidaria cierra la cruenta trama de crímenes impunes: No hay salida. Tampoco la había cuando el presidente que salvó a Inglaterra de la invasión nazi y ganó la Gran Guerra prometió "sangre, sudor y lágrimas". Y así fue. Pero en aquella época lloraron todos desde lo más alto a lo más bajo. Al final será cuestión de coger un nabo del terruño y ponerse en plan Scarlett a gritar aquello de "A Dios pongo por testigo de que nunca volveré a pasar hambre". Y para los que no crean en Dios siempre les quedará enfrentarse a la bestia que hemos alimentado e intentar, almenos, no creerse sus mentiras. 

Y ahora ya pueden volver a sus vidas esperando que esto se solucione solo. Mientras, Churchill debe estar llorando, lagrimeando y sudando ante la angustia que debe producir el estado del mundo actual. Tanto sudar, sangrar y llorar para esto. Y luego algunos políticos se extrañan si la ciudadanía les mira a cara de perro.

David Marzal

Profesor y Escritor.

9/24/2012

ANÉCDOTAS

Que te digan en una comida familiar "Eso del catalán para qué sirve sin con el español nos entendemos todos". Que vayas a un cine en tu comunidad donde tu lengua es cooficial y no puedas ver ninguna película en tu idioma. Que vayas al médico y tu madre de 75 años tenga miedo de hablarle en valenciano al doctor porque una vez la abroncaron por hacerlo. Que gente que no se ha leído ni el prospecto del papel higiénico diga que eso del catalán "es una mierda". Que vayas a un lugar en cualquier otro sitio de España y te hagan la bromita del dinero. Que venga cuatro amigos a cenar a casa para celebrar algo y la conversación acabe en "Te he regalado este libro en castellano porque así luego nos lo dejas...que nosotros no entendemos catalán" Que tengas que oir a gente que en su puñetera vida se ha dignado a decir ni Adéu en la escalera dar lecciones sobre bilingüismo. Que tengas que ir a comprar y le des dinero a empresas que a su vez participan en el boicot a tu lengua no queriendo etiquetar en catalán, euskera y galego. Que observes como la gente concibe la literatura como algo que empezó en las postrimerías del XV. Que el alcalde de tu pueblo llame para actuar a grupos solo castellanoparlantes. Que tengas que oir por la tele día sí y día también que Catalunya son una panda de pirados que se les ha ido la olla. Que se recurra a la pluralidad de los catalanes para paralizar los procesos de autodeterminación pero no se diga ni mu de la pluralidad de los catalanes cuando tienen que costear de su bolsillo a todo quisqui. Que abras hasta cuatro periódicos de este país (como mínimo) y tengas que enfrentarte a la mentira de "El español está en peligro en Cataluña". Que el criterio lingüístico se lo pasen los organizadores de la educación por el forrete del escroto o el reverso de la vulva. Que salgas fuera de tu país, te oigan hablar en otro idioma que no es español y un inglés te pregunte asombrado: ¿En España se hablan más lenguas? Sí, hijo sí...Varias. Que cuando vas a escolarizar a tus hijos te digan aquello de: "Es que este año con los recortes hay un grupo menos de valenciano, lo tendrás que meter en castellano y ya el año que viene si la cosa está mejor lo pasas" Que aún haya gente que crea que el futuro está en ser monolíngüe castellano. Porque del inglés better don't tell anything, isn't? Que tengas que comprobar como los políticos a los que pagas no saben hablar el idioma al que por ley en sus comunidades están obligados como mínimo a entender. Que irte a celebrar el 9 d'Octubre sea considerado por muchos simbólico, paletada o cosa ancestral e irte a berrear Viva España el 12 de este mismo mes sea visto como ejemplo de civismo y moderación. Que los sucesivos presidentes del Gobierno siempre siempre hayan provenido de Castillas varias y nunca del norte o el este peninsular. Que tu familia haga una paella el domingo para los amigos madrileños que muy gustosamente recibes para ver el fútbol y todo acabe a gritos tipo "Puto Barça. ¡A los catalanes estos no les aguanto! Españoles, cojones, que sois españoles!" Que cada vez que vas a la administración tengas que pensar en qué lengua le vas a hablar a la funcionaria de turno porque una vez te espetaron que le hablaras en cristiano. Que hayas puesto una hoja de reclamaciones en El Corte Inglés a una dependienta que te dijo háblame normal. Que conviertan tu tradición cultural, familiar y social en negocio turístico y folklore barato. Que dilapiden tu costa porque de los catalanes no queremos saber nada pero qué bien estamos en sus playas. Que tengas que oir todos los días como eso de los traductores es un lujo que no nos podemos permitir cuando estos a su vez se pintan cuadrejos de 15000 pavos la unidad. Y que encima si dices que estás harto de todo esto te llamen "victimista". Anécdotas para algunos, cuestión de principios para otros. 

David Marzal 

Profesor y Escritor.




9/19/2012

LENGUAS EN CONTACTO (I)

La cantidad de imprecisiones, barbaridades y falacias lingüísticas que estoy teniendo que oir en los últimos tiempos me ha llevado a la conclusión de que no hay mejor medicina para descubrir la trampa que descubrir los hilos. Porque los españoles, todos en general, estamos cayendo en una trampa demoledora: La de creer en la inocencia de los que han inicado procesos conscientes de sustitución lingüística. Para entender la gravedad de la situación les ruego sigan paso a paso el siguiente racionamiento. Cuando acaben de leer este artículo les recomiendo que simplemente salgan a la calle y escuchen. Si ustedes no han sido picados aún por el virus del integrismo verán la realidad. 

a) No hay lenguas aisladas ni solas en el planeta.

La lingüística moderna hasta bien avanzado el siglo XX, sobre todo debido a las tesis del estructuralismo, interpretaban que una lengua ocupaba un espacio. Ese espacio es siempre un espacio social, es decir, un número determinado pero no limitado de situaciones o contextos en los que se puede desarrollar una lengua. Así pues, entendemos que una lengua puede ser hablada en un banco, en una casa, en una montaña o en una fiesta. Entre otras cosas porque quien determina aquello que habla es el hablante. 

Pero, ¿es siempre la elección de los hablantes consciente? La respuesta es no. Y no lo es porque nosotros somos como hablantes la correa de transmisión de la lengua heredada. Es nuestro entorno social, presente en forma de "padres" en una primera fase la que nos introduce en una determinada lengua. Aunque vivamos en un territorio de lengua A nuestros padres libremente pueden hacer que aprendamos en casa la lengua B. Pero observemos el matiz: El uso lingüístico requiere siempre un espacio. Un espacio concreto. Y un espacio puede ser ocupado, según las tesis primigenias de la lingüística por una lengua. Es justo desde esta visión de un espacio, una lengua de donde provienen la mayor parte de problemas. 

Como no existen lenguas aisladas y todas entran en contacto con otras las lenguas que pugnan por el espacio lingüístico deben, desde el punto de vista lingüístico, asociar otros matices exógenos a la propia lengua para ganar valor. Son justo estos valores exógenos a la propia lengua los que crean el concepto de mayorización lingüística. Dicho de otro modo: Una lengua ocupa un espacio porque se prestigia para ello, se hace válida partiendo de la voluntad de sus hablantes. 

Avanzado el estudio lingüístico, hacia los años 60, los nuevos estudios sociológicos observaron que ciertos segmentos de población se comunicaban en lenguas distintas a las del resto e identificaban su acción comunicativa en el ámbito privado de las mismas. Aracil, Ninyoles y Vallverdú configuran en sus estudios las principales tesis de la Sociolingüística provenientes de Labov y Ferguson, así como las respuestas implícitas y explícitas que respecto al tema habían aportado Hymes o Bernstein.

Ahora les pido que imagen dos círculos cerrados y separados. Al primero de ellos le llamaremos Lengua A y al segundo Lengua B. Imaginen ambos de manera independiente y sin contacto. Esta disposición es utópica e inexistente pero es de la que parte la Sociolingüística para abordar el problema de las lenguas en contacto.

Ahora situen su lengua en uno de ambos círculos. Colocaremos el español en el círculo A y el catalán en el círculo B. Como ustedes saben estas lenguas están en contacto. Pero este contacto no había sido el mismo en todo el proceso. Imagen a continuación que ustedes, hispanoparlantes, se ponen en contacto con un catalanoparlante. Si ambas partes son monolíngües el entendimiento no será posible pues cada parte desconoce el código lingüístico a descifrar de la otra. Esta sería la base del apredizaje de lenguas: La necesidad. Como debo comunicarme para ser entendido necesito aprender como hacerlo. 

Cuando los dos círculos se unen crean lo que lingüísticamente se llama zona de contacto. Esa zona de contacto compartida es positiva y enriquece a ambas. Los catalanoparlantes aprenden español y los hispanohablantes aprenden catalán. Sería lo que en lingüística social se llama bilingüismo de grado 1 o bilingüismo utópico. Pero, ¿por qué utópico? ¿por qué no realizable en la realidad? Pues básicamente porque en la realidad del uso lingüístico toda lengua tiende a mantener su espacio sin invasión del resto. 

b) Las lenguas no sirven (solo) para comunicarse.

Cuando en mis clases pregunto para qué sirve una lengua la mayoría del alumnado responde: Para entendernos, para comunicarnos. La respuesta no es incorrecta pero es una verdad a medias. La lengua no tiene una sola función. Hablar una lengua es básicamente entender el mundo. Realizar el proceso de conceptualización más complejo que puede realizar el ser humano. O, dicho de otro modo, hablar una lengua es formar parte de una manera concreta y determinada de ver el mundo. Habitualmente, aprendemos lenguas desde la gramática y la ortografía olvidando asimismo el valor significativo. Pongamos a modo de ejemplo una palabra tan común como weekend en inglés. ¿Cómo dicen weekend los hispanohablantes? Fin de semana. ¿Y los catalanoparlantes? Cap de setmana. Es decir, unos interpretan el "final" de aquello conocido como "semana" y otros lo ven como el "inicio". Cabría preguntarse,si las semanas tienen siete días para todos y todos llegan al viernes, ¿por qué algunos empiezan y otros acaban la semana? Pues simplemente porque han categorizado y conceptualizado el mundo de una manera distinta. Ni mejor, ni peor. Distinta.

Así pues, una lengua es mucho más que una simple herramienta. Es en definitiva la esencia de la comprensión y la capacidad interpretativa de los seres humanos expresada mediante fórmulas de intercomprensión. Aquellos que hablan de lenguas como instrumentos hacen pues un flaco favor a las lenguas pero también a sus hablantes.

c) Las lenguas no son bonitas ni feas.

Volviendo al tema de la sociolingüística y su relación con los ámbitos de uso o espacios de uso social tanto Labov como Ferguson se preguntaron porqué había familias que hablaban a sus hijos en una lengua que no era la materna (en posteriores artículos entraremos en el discurso de la lengua propia). ¿Por qué gente que hablaba una lengua B pasaba a una lengua A o viceversa? Tras su proceso de observación lo tuvieron claro: Lo hacen porque consideran que hablando A serán más importantes, aptos, aceptados o comprendidos que con B. Es decir, consideran que una lengua es más importante que la otra, más apta que la otra, más comprensible que la otra. 

Ese proceso, esta distinción por importancia, se denomina diglosia. Una persona bilíngüe puede ser diglósica si habla una lengua cuando cree que la situación es formal o importante y otra para lo informal. ¿Recuerdan a un famoso presidente diciendo que hablaba catalán en la intimidad? ¿Y a un famoso ministro diciendo que el catalán no era apto para la ciencia? Partían de un planteamiento de diglosia. La lengua A es más importante y merecedora de respeto que la lengua B. 

Pero cómo se "gana" este respeto. ¿Cómo es posible que se asocie una lengua a lo importante y otra no? Pues porque anteriormente ha habido un proceso de mayorización y otro de minorización. Y no resulta válido el criterio numérico...Minorizar en términos lingüísticos es hacer pequeño, negar importancia, reducir el prestigio (Esa lengua no vale; con esa lengua no vas a ninguna parte; es muy difícil y no tengo tiempo de aprenderla: esa lengua la hablan cuatro gatos) y mayorizar es dar prestigio, importancia, caché (si hablas inglés vas a todas partes, hay que saber inglés porque es muy importante...) Si aplicásemos este criterio a día de hoy probablemente ya hablaríamos solo una lengua en todo el mundo.

d) Asumir la minorización es asumir la sustitución.

Las cosas poco importantes las apartamos o las ignoramos. Algo que no tiene importancia o que no tiene prestigio, que no vale en definitva, es expulsado. El proceso de diglosia ejercido entre el catalán y el español llevó durante más de tres siglos a una minorización por vias legales e incluso religiosas y morales de la primera. Hablar catalán era "de pueblo", "tosco", "poco acertado", "inútil", "de casa", "íntimo"...Pero en cambio hablar español era lo correcto (Daba esplendor, ya saben).

La mayor parte de la población catalanoparlante asumió esta minorización. Y lo hiceron para sentirse prestigiados. De hecho, los procesos de sustitución se inician en orden descendente y no ascendente. La gente de "abajo" imita a la gente "de arriba". Eso se lo creyeron muy bien por ejemplo en la zona del Teatro Principal de Alicante donde la pequeña y mediana burguesía corrió a aprender castellano para ser "fino". O también se lo creyeron en Madrid cuando hablaban "francés" para ser "elegantes". 

e) El final de la sustitución es la desaparición de la lengua minorizada.

Y cuando las cosas se van empequeñeciendo una y otra vez al final desaparecen. Actualmente, ya no quedan monolíngües catalanoparlantes. Repito: Ya no quedan monolíngües catalanoparlantes. Pero sí hay monolíngües hispanoparlantes y bilíngües en ambos casos. Problema: El bilingüismo actual es pura y llanamente unidireccional. Es decir la relación no se hace desde la igualdad de necesidades sino que una parte de la población puede vivir tan pancha en su lengua y la otra debe aprender si no quiere acabar en el aislamiento social. 

          Dicho todo lo anterior, entenderán ustedes ahora, espero, la importancia significativa que para muchos tiene nuestra lengua. Y entenderán también que no podamos admitir que se nos niegue la realidad lingüística. ¿Saben dónde está en peligro el español? En Sudamérica y Centroamérica. ¿Saben por qué? Porque ha iniciado ya el proceso de sustitución hacia el inglés. Eso tan moderno que llamamos spanglish es ni más ni menos que un español lleno de anglicismos, imitativo estructuralmente del inglés, una muestra clara de minorización en el español de América. Así que cuando oigan a alguien aseverar que el castellano está en peligro en Catalunya o en València o en Balears no teman decirle en su cara y sin ambages que no es más que un embustero y un mentiroso. O lo que es peor, si conoce la realidad lingüística, un genocida cultural.

David Marzal 

Profesor y escritor.

9/15/2012

LA PUTA I LA RAMONETA

Volvemos al tema recurrente, pegadizo como una mala canción del verano y siempre subjetivo de los nacionalismos. Y a lo mejor hace falta ir aclarando algunos conceptos para que nadie se lleve a equívoco: Catalunya es una nación le pese a quien le pese. Supongo que tras esta frase alguno/a ya habrá clasificado mi ideología, me habrán metido en algún listado de nacionalistas peligrosos, habrá pensado que soy una especie de horror social y muchas cosas más. Pero lo siento: Catalunya es una nación.

Y lo es porque tiene, ha tenido y seguirá teniendo lengua propia, historia propia e identidad propia. Sentirse catalán no es un capricho, no es el fruto de una locura pasajera, ni una estrambótica manera de afrontar la vida. Sentirse catalán no es más que reconocerse en el reflejo de una tradición común, plural e igual de milenaria que otras tantas entre ellas la española. Pero no es mi propósito hablar del nacionalismo sentimental. Es muy fácil perder el oremus en lo que a sentimentalidad se refiere y acabar exponiendo una especie de euforia del amor, patria y fe ( Jocs Florals).

Derecho civil, lengua e historia confirman las tres bases primigenias del nacionalismo. En su primera fase, allá por un lejano siglo XIX, se propugna este pensamiento político estructurado como la recuperación del prestigio, la identidad y el valor de la cultura propia (la catalana en este caso). Evidentemente, no les vino la luz de un día a otro. Ya circulaban teorías de origen nacionalista en Alemania y es justo desde esas bases desde las que bebe Catalunya para afrontar un reto de origen cultural y lingüístico. El dolor provocado por la castellanización había dejado huella y fue justo aquella burguesía industrial que antaño rió las gracias de castellanos y franceses la que incitó un nuevo panorama. Fue Bonaventura Carles Aribau quien en 1833 con su poema La Patria hacía la siguiente identificación:

                                           En llemosí sonà lo meu primer vagit,
                                           quan del mugró matern la dolça llet bevia;
                                           en llemosí al Senyor pregava cada dia
                                            e càntics llemosins cantava cada nit.

                                            En lemosín sonó mi primer grito,
                                            cuando del pezón materno la dulce leche bebía;
                                            en lemosín al Señor rezaba cada día
                                            y cánticos lemosines cantaba cada noche. (N del T: Llemosí, occitano)

El término "llemosí" referido a la lengua identifica la lengua en la que se escribieron los primeros poemas de corte trobadoresco en Llengua d'Oc y afina la referencia de recuperación histórica de una identidad anulada "por justo derecho de conquista" tras la Guerra de Sucesión. Los catalanes pasaban pues de una situación lingüística de diglosia (el castellano es lo formal y propio para lo serio y el catalán es de casa y la calle) a una situación que pretendia la recuperación de la lengua como símbolo de prestigio. Aribau había dado en el clavo: La lengua es la nación de los seres humanos pues esta no entiende de barreras geográficas sino de personas (lo que hoy llamaríamos ciudadanos). Pero como todo camino no tarda en encontrar sus resistencias hubieron varias.

La primera resistencia al nacionalismo catalán en contra de lo que muchos creen no vino por parte solo de los castellanoparlantes, entendidos estos como los propulsores de leyes que habían creado un territorio asimétrico en base a la exclusión de las leyes civiles, sino también de los valencianos y catalanes que, basados en una burguesía de base agrícola, estaban mucho más pendientes de sus intereses con el centro capital que con Catalunya. Y es justo de esta escisión en el origen de los recuperadores del prestigio donde empiezan los problemas. Mientras Catalunya miraba a Europa, Valencia miraba a Madrid. Mientras Catalunya monitorizaba la Revolución Industrial proveniente de Inglaterra, en Valencia se anquilosaba el sector productivo agrícola.

Però, ¿había sido independiente Catalunya alguna vez?. La respuesta, sorpréndanse, es sí. Rotundamente sí. Antes de 1700 Catalunya era un territorio con instituciones propias constituidas e integradas dentro de la Corona Aragonesa pero  con  parte legislativa propia y autónoma, con derecho de decisión propio y con un entramado centrado en la llamada Cancelleria Reial que contaba con el Regne de València y en parte aunque de manera más limitada con Baleares. Els Furs (fueros), derechos civiles propios de los valencianos y catalanes otorgados con anterioridad y reconocedores de un statu quo propio y singular eran la muestra más evidente. Propios y singulares pero no aislados, pues los pactos con la Corona de Castilla se sucedían. Por decirlo en roman paladino: Sería el matrimonio de Isabel la Católica y Ferran el que daría al traste con la evolución normal del encaje entre las dos coronas. Castilla se impuso y Ferran nunca montó como debiera puesto ella era quien decidía y firmaba. Anexión esta que conllevó desde despoblación del Regne de València por la expulsión de los moriscos hasta dominio económico por las nuevas tasas y haciendas establecidos en tierras que hasta ese momento cobraban sus impuestos.

Pasado el sorpasso del Decreto de Nueva Planta firmado a fuego y sangre por Felip V d'Anjou de la casa Bourbon el pueblo catalán y sobretodo el valenciano caen en un cul de sac identitario. El proceso asimilador a las maneras y costumbres castellanas se acelera, intensifica y se impone por la fuerza. ¿Sabían que por el simple hecho de celebrar fiestas populares valencianas o llevar ropa tradicional podía uno ser ajusticiado? ¿Sabían que se prohibió la emisión de documentación legal en catalán? Visto desde la actualidad sería simple y llanamente un genocidio cultural. Visto desde aquella perspectiva, en la Edad Moderna, época de formación de los Estados modernos, era simplemente una pieza a mover en el convulso tablero europeo. Pero eso dejó huella. Una huella que afloraría en el XIX.

El desarrollismo industrial se veía limitado por las exigencias de nobleza, realeza y clero y la burguesía catalana observaba como sus intereses ubicados en fábricass téxtiles se ponían en manifiesto riesgo tras acuerdos y pactos comerciales lesivos. Ante este proceder cabían dos perspectivas: O Catalunya cedía y paralizaba su motor productor o bien tiraba adelante con un plan propio, un sistema autónomo. Sistema autónomo que en un principio se concibe como un encaje con el resto, no como una huída sino como una aportación. Y esa fue la espita que con unos ojos puestos en Europa abrió las puertas a la idea de la recuperación política, económica y social de un territorio mermado. Y a esa recuperación cultural en su esencia y política en su proceder se la denominó Renaixença.

Y el proceso avanzó a duras penas entre algunas escisiones, muchas derivaciones, algún agrio enfrentamiento y muchos acuerdos que dieron como resultado obras excelsas y un papel renovado a Catalunya que acabaría dando como resultado el Modernisme (1892-1911), reflejo y reacción contra el pasado en consonancia con movimientos como el Modern Style inglés, el Jugendstil alemán, Sezessionstil austriaco o Art Noveau francés. El esplendor volvía pues como un acto reflejo de aquel Imperio que dominó el arco mediterráneo llegando incluso a Italia. Pero las bases del Modernismo cultural no encajaban con el dominio político. Eran, por así decirlo, demasiado rápidas, demasiado atrevidas, demasiado irracionales. Y en un gesto de control sin precedentes  nacía un movimiento equilibrador: El Noucentisme (1906-1923) Si observan la cronología hubo años en que lo modernista daba paso, se superponía, a lo novecentista, pero es justo con el golpe de Estado de Primo Rivera en 1923 cuando ese movimento se paraliza. De este periodo son por ejemplo tan ilustres pensadores como Eugenio d'Ors y Josep Carner. Pero, ¿qué ocurrió en el Noucentisme?

Pues básicamente se consiguió por primera vez la unión efectiva, real y manifiesta de política y cultura. Se reforzó la burguesía de manera hegemónica y triunfa una visión contra: a) El laicismo. b) El liberalismo c) El romanticismo (recordemos matriz del nacionalismo alemán) d) El naturalismo e) El positivismo. Y triunfan: a) El intervencionismo b) La racionalidad c) El espiritualismo renovado d) El clasicismo y el mediterranismo.

Y también el Primer Congrés de la Llengua Catalana (1906), la creación del Institut d'Estudis Catalans (1907), Sección Filológica de l'IEC (1912), Biblioteca de Catalunya (1914) y sobre todo Normes ortogràfiques (1913), Diccionari ortogràfic (1917) y Gramàtica (1918) de Pompeu Fabra. Sería ya el fatídico 1932 cuando llegase el Diccionari General de la Llengua Catalana.

Justo en este momento, con una lengua normativa, una cultura prestigiada, un vigor internacional intenso y una estructura económica, política y social que tenía su máximo exponente en la Mancomunitat se viene abajo, se hunde y llegado el aún más fatal 1934 acaba en tragedia. Catalunya nunca más volvería a ser la misma pues nunca más le permitirían recuperar con normalidad su lengua, cultura e identidad.

La dictadura de Francisco Franco mandó al traste cualquier identidad que no fuese la española porque él también recuperó la tradición. La tradición unitarista, centralista, uniformadora y uniformizadora del mito imperial español. Se recuperó la simbología de España como unidad pero no diversa. Y la expulsión en esta ocasión no sería de moriscos sino de ciudadanos inocentes que acabarían ajusticiados, exiliados o simplemente anulados. Y este proceso duró como ustedes sabrán 40 años. Cuarenta años es casi medio siglo. ¡Oh! Sorpresa. España ha vivido casi medio siglo bajo una dictadura autoritaria que convirtió cualquier disidencia contra la auténtica identidad española como una afrenta, un insulto o u delito. Fueron las épocas del háblame en cristiano, el aceite de ricino y las palizas en comisaría por hablar catalán, las violaciones a mujeres y posterior rapado de su cabeza por hablar catalán, la burla a niños y castigos físicos por hablar catalán...Y así un largo etcétera que se sumaba a los mismos castigos por ser libre, pensar, reunirse, amarse de igual a igual, no ir de la mano del poder en sus tesis, no decir lo que el poder quería que se dijese... Porque toda España sufrió el franquismo, claro. Pero los catalanes y sobre todo valencianos (mención expresa al caso de Euskadi que fue demoledor) lo sufrieron aún más porque no solo les obligaban a ser algo que nunca habían sido (españoles en el sentido estricto de su idea de españolidad) sino a serlo en una manera que no podían serlo (españoles de una sola lengua, un solo pensamiento y un solo centro). Se producía la perversión sin retorno de los símbolos españoles para acotarlos a una sola identidad que no era, ni fue ni quieren que sea la catalana.

Y la esperanza que abrió el periodo democrático a partir de 1975 y la convulsa Transición se tradujo básicamente en: a) Imposición de un rey que para más inri es de origen Bourbon. b) Reconocimiento de autonomía que acaba siendo un café para todos muy bien vehiculado por UCD y PSOE e incluso, alucinen, CiU c) Admisión de la cooficialidad lingüística dentro de los territorios de lengua catalana (no sea que por hablarlo fuera alguien se ponga malito) d) Nominalización de los diversos territorios de manera incorrecta (perdonen ustedes pero o Regne de València o País Valencià o Comunitat Valenciana pero no Comunidad, revisen el Estatuto que por cierto no ampara País Vaalencià pero tampoco ampara Comunidad Valenciana) e) No castigo ni amonestación de los crímenes franquistas f) Amparo y formación de grupos de origen franquista y neonazi adheridos a sistemas de eliminación lingüística (blaverisme) g) Disgregación del sentimiento unitario del pueblo catalán h) No obligatoriedad del aprendizaje de la lengua materna de los catalanes que es el catalán y no el castellano (sí, aquí ya sé que levanto ampollas pero lo que es es. Mi bisabuela y abuela eran monolíngües catalanas que hablaban castellano solo en la calle porque no podían hablar otra cosa. Revisen el proceso de bilingüización unidireccional que describe Joan Fuster) Y así un largo etcétera.

En resumen, la democracia no ha sabido dar respuesta a los retos que de ella se esperaban. No ha sabido entender que tras cuarenta años de franquismo almenos los catalanes merecían una disculpa, no ha sabido reconocer que el franquismo fue delictivo y que destrozó el país, no ha querido crear un país diverso porque limita las lenguas a sus territorios y las empuja a la desaparación mediante modelos de sustitución lingüística sin igual, no ha podido concitar una reconciliación real entre los diversos conceptos de España y sobre todo no ha sabido dejar de ser nacionalista española. 

Porque solo el día que los españoles dejen de practicar el nacionalismo español los catalanes dejarán de practicar el nacionalismo catalán. Porque si los catalanes quieren ser lo que son basándose en todo lo expuesto de manera abreviada anteriormente deben tener la capacidad de acometer su proyecto, su camino democrático y aquí admito (a muchos no les gustará) que se debe y se tiene que hacer dentro del marco constitucional, porque solo el día en que la Cosntitución sea expresada en términos plurales y no como una máquina de matar diversidades habremos sido verdaderos demócratas, porque solo el día que podamos mirarnos a la cara y compartir una historia no desde el mito sino desde el hecho, no desde la pasión entregada sino desde la racionalidad, no desde la bandera sino desde la letra documental, habremos avanzado algo. Y solo cuando los nacionalistas de una y otra parte dejen de jugar a la puta i la ramoneta a lo mejor debatimos con calma. 

Mientras, ustedes, pueden seguir preguntándose quiénes son, poner palos en la rueda o inventar mil teorías que van de lo pseudolingüístico hasta la manipulación más lacerante. Otros lo tienen ya claro y por eso caminan hacia la autodeterminación. Cálmense, relájense, se llama Democracia. Benvinguts. 

David Marzal 

Professor de catalán y escritor.

Nota al peu: Segons les consideracions del nacionalisme purista havent expressat l'anterior informació i fins i tot per tenir aquest blog d'escriptura en castellà sóc gairebé un espanyolista perillós. No us confongueu amics, també sou benvinguts a la Democràcia.

9/06/2012

HUMO

La mujer tumbada de espaldas se observa, se mira, se siente. La casa se mantiene silenciosa, apagada de gritos y ruidos externos, serena en el devenir implacable de la noche. Sabe que aquel momento del día es suyo, su parcela, su tiempo. Y todo lo piensa mientras una mano decidida se desliza y toca el pecho que, aún adormilado, empieza a despertarse del ensueño agrietando la piel rosada.

Le gusta tocarse el coño. Le encanta sentirlo. Deslizarlo entre los dedos. Acariciarlo y redefinirlo. Notar que de su dominio se desprende una sensación intensa que convierte la célula inerte de la rutina en un ser vivo que trepa desde los pies hasta la cabeza. Le gusta mirarse, adorarse, besarse un hombro o deshilachar un cabello al tiempo que cierra los ojos.

Sigue un camino complejo, agitado e indefinido, que la lleva de un muslo a otro, como si sus manos fuesen viajantes de paso, turistas que siempre vuelven al lugar en el que la belleza del paisaje merece siempre una foto. Expuesta ya sin reservas a su propio goce, estira el cuello hacia atrás y sonríe. Sonríe por si misma, sonríe por el placer, sonríe por todas aquellas que no se atreven, sonríe al fantasma omnímodo de la culpabilidad que dejó de existir. 

Cuando el cuerpo se relaja, entregado a la brisa de una ventana abierta nota que el cuerpo se recompone, se condensa de nuevo, se hace homogéneo y toma la forma sólida de la lacerante rutina.

Mañana se levantará. Se vestirá. Conducirá. Comerá algo en el bar de la esquina y cogerá un periódico. Cuando lo abra por la página quince notará una contracción aguda en el pecho, un alfiler de dolor en la pupila que desangrará en lágrimas una garganta demasiado constreñida para poder gritar. Mañana se verá en primera plana, grabada, violada en su intimidad, burlada por las fuerzas incólumes de un poder zafio y embrutecedor que ha convertido su sonrisa precedente en mueca y su placer en perversidad.

Lejos de achicarse mantendrá el paso firme. Caminará siempre con la cabeza erguida. Seguirá yendo a los mismos lugares. Comprará en las mismas tiendas. Y paseará las mismas calles. Si alguiense atreve a juzgarla le responderá con una sonrisa. Pero no una de amabilidad sino una de aquellas que se proyecta cuando observas que tu enemigo echa humo de pura rabia. "He vencido", se dirá a si misma. Y pasado el momento amargo de la reconstrucción enunciará con los dedos sobre su coño un nuevo poema de amor propio. Mi territorio, mis reglas.

David Marzal 

Profesor y escritor.

9/04/2012

¡COÑO, UN FEMINISTA!

Tras los últimos hechos acaecidos en Twitter no salgo de mi asombro. El enfrentamiento entre un famoso foro y una reconocida feminista han llevado a una especie de bucle en el que se han colado lo que yo llamo pseudofeministas.

Yo, hombre, soy feminista. ¡Coño, un feminista!- gritarán algunos/as. Pues sí. Feminista porque creo profundamente en la igualdad de género, en la superación de las barreras sociales y en la progresión en libertad de las mujeres. Pero nunca perdiendo de vista un punto esencial: El feminismo es la lucha cívica por la igualdad entre hombres y mujeres. 

a) La sociedad del patriarcado ( y de las matriarcas patriarcalizadas):

Si hay una palabra que realmente encanta a una "pseudofeminista" es patriarcado. Según esta teoría vivimos en una sociedad patriarcal (correcto) que propone lo masculino como una autoridad (correcto) pero añaden que para cambiar esto hay que destruir el patriarcado (correcto) desde una visión relativa de los géneros (incorrecto). Relativizar los géneros solo conlleva el refuerzo de los mismos. 

b) No me digas como tengo que opinar que ya puedo sola.

Otra estrategia muy común entre las pseudofeministas es atacar con el argumento de "No me digas como pensar que puedo sola". Reconociendo lo absurdo de la frase ya que ninguna mujer debería reivindicar que puede pensar sola, puesto que el hecho de pensar no viene dado por el género sino por ser simplemente racionales, es un método de autodefensa. Proviene de la real sensación de que las mujeres no han tenido discurso propio y que ha sido un discurso marcado por la voluntad masculina de dominio. Dominio espontáneo en épocas patriarcales de base autoritaria (sistemas no democráticos) y dominio inducido en épocas patriarcales de base selectiva (sistemas democráticos). 

Ningún hombre puede decirle a una mujer como tiene que pensar puesto que de su autonomía de pensamiento depende su realización. Pero sí puede valorar o analizar aquello que es dicho. Si por el simple hecho de ser mujer (u hombre) se niega la opinión del sexo contrario (eso son cosas de mujeres, eso son cosas de hombres) se incurre en una profundización del rol machista.

c) ¿Quién eres tú para hablar de feminismo?

Pues principalmente, una corriente social que se basa en la búsqueda de la igualdad intergenérica y de la expansión de modelos armónicos de convivencia en los que la exclusión no existe, debería dejar hablar a cualquiera de feminismo. Eso sí, ante los errores se puede rectificar. Cerrar el discurso feminista a un grupo de mujeres mediante la creación de un vínculo de legitimidad dependiente de su sexo es como mínimo sexismo. La autoridad en el feminismo no la determina el sexo del individuo sino su práctica. Hay hombres machistas a patadas, pero mejor no nos pongamos a contar las mujeres que caminan en ese mismo sentido.

d) Para visualizarme debo llamar la atención.

La ocultación demostrada y demostrable del hecho femenino ha llevado a una inteligente propuesta de visibilidad. La presencia de la mujer en todo tipo de estratos, roles y cargos debe ser patente. La mujer debe ser visible no solo de manera individual sino de manera colectiva ejerciendo su derecho a existir desde le punto de vista de participació social activa. Sería, dicho de otro modo, alcanzar posiciones de igualdad en cargos de referencia. Este proceso de visualización de lo femenino, amparado en la obra rotunda y a veces agresiva, de muchas activistas puede ser un éxito o correr el riesgo de convertirse en una parodia. De poco servirá, por ejemplo, desnudarse en público si el público receptor no ha sido educado en los principios de igualdad sexual, respeto hacia el cuerpo o comprensión de los mecanismos de opresión física que se ejercen sobre la mujer.

e) Tengo cosas más importantes que hacer.

Otra técnica muy practicada por las pseudofeministas es marcharse de un debate sobre feminismo con otro hombre. Denuncian así la incapacidad del hombre para entenderlas, para compartir o para integrar su discurso. Al desprecio de la huída se suma la displicencia. Nadie dijo que el camino fuera fácil. Si el triunfo se basa en el número de personas que me dan la razón estamos apañados. Predicar en campo propio es sencillo, fácil y estéril. Donde se demuestran las cosas es en campo contrario. Explicar, argumentar, proponer y analizar son las bases de cualquier estudio de género o feminista. ¿Se imaginan una conferencia en la que un hombre preguntase y la ponente dijese que no le contesta porque no la van a entender?

f) La agresividad en el discurso como estrategia formal.

Toneladas de papel impreso pueblan las bibliotecas hablando de la masculinidad realcionada a la fuerza y el machismo como cristalización de esa fuerza (1976, Brannon y David, Definición de imperativos sobre la masculinidad). Brannon y David hablan ya en el 76, teoría dentro el proceso de renovación que el feminismo experimenta a partir de los 60, que todo hombre para serlo se basa en a) No tener nada de mujer. b) Ser importante. c) Mandar todo al demonio y d) Ser duro. 

Los hombres, sobretodo los homosexuales, hemos sufrido siempre el estigma de la sentimentalidad como modo de presión a la contra. No llores, no bailes, no seas débil. Las mujeres, sobre todo las lesbianas, hemos vivido un proceso más perverso aún: No parezcas un hombre porque ser como eres es ser un hombre. Y, ¿qué han hecho las pseudofeministas? Basar su discurso en la agresividad. El grito, el ataque, el insulto y el desprecio como nuevas formas de argumentar en pro de lo femenino.

g) Me quieres feminizada y quieta.

Interpretar la crítica a ciertas tesis feministas como una petición de silencio mordaza simbólica es muy común entre las pseudofeministas. Quizás, y digo solo quizás, porque eso depende de su criterio y decisión, deberían plantearse si el receptor está o no preparado para asumir un discurso. Entrar en barrena haciendo una especie de elipsis/deixis social gigante hace que muchas personas se sientan confusas ante la definición y propósitos del feminismo. Se tiene que ser didáctica, paciente y combativa en el discurso. Nunca quietas pero tampoco dando vueltas como hámsters en una rueda sin salida.

h) No me juzgues, no me valores, soy mujer.

Teniendo como base la inexcusable presión en el sentido de la acción que sobre las mujeres se ha ejercido y conviniendo que la delimitación de funciones ha venido dada por la esfera masculina de poder debemos enteder que la mujer debe valorarse en si misma y por los otros no desde su condición de mujer, solamente, sino desde cualquier rol escogido libremente. "Para saber pegar sellos no hace falta ser mujer, ni hombre", decía una profesora de Teoría del Género. Cuando la valoración proviene de otra mujer las pseudofeministas se identifican, se adhieren. Si viene de un hombre sorprenden con un inusitado victimismo: Me atacas por ser mujer. No, te critico por estar equivocada en el discurso.


Esta lista podría tender a infinito. Pero simplemente recomiendo a las activistas feministas como Alicia Murillo, valiente en la propuesta pero errada en la forma, que controle algo mejor su manera de acercar el feminismo a la sociedad. A lo mejor como ella dice mi opinión por ser hombre le importa una mierda. Pero a mi sí que me preocupa que trabajos serios del activismo como los de Rich, Escudero, Castañeda, Capporalle, Lamas, Bonino, Evans, Graña, Irigaray, Bedregal, Bellucci y Rapisardi y muchos/as otros/as se desvirtuen por la acción pretendidamente revolucionaria, por el "proyecto" mal enfocado de alguien que no ayuda. Háztelo mirar Alicia. Te urge.



David Marzal 

Escritor y profesor.