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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

4/10/2013

CIENCIA Y DERECHO

La sentencia del TSJC supone una agresión sin precedentes hacia los catalanoparlantes. Nunca antes, en etapa democrática, se había llegado a tal nivel de procacidad entre la aplicación legal y el derecho lingüístico. Pero, no entraré a valorar el trasfondo político/jurídico de la sentencia (recurrible por cierto) sino su ineficacia y su atentado a la ciencia lingüística. Para ello a continuación expondŕe de manera breve y concisa las principales pautas que se deben conocer para acometer de manera acertada esta cuestión. Primando, por encima de opiniones, la praxis y teoría científicas.

a) La enseñanza no es una elección. Nunca. 

Se habla cosntantemente de lo que se quiere o no se quiere aprender, de lo que parece correcto o no aprender. Partamos de una base pedagógica clara, primer axioma de todo sistema educativo que se precie de serlo: Educar es una actividad del docente para la formación global del discente. El discente es, pues, sujeto pasivo del docente y como tal no está en posición de elegir aquello que debe aprender. El discente es sujeto activo de su aprendizaje pero pasivo respecto a la autoridad o modificación que pueda ejercer sobre el docente. Dicho de otro modo, el alumno aprende por obligación y no por gusto. 

Y para refrendar esta tesis solo hay que observar que nuestro sistema legal educativo integra de manera explícita el término ya citado. ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Los ciclos de Infantil y Primaria responden además a una doble obligatoriedad en la que se reconoce la no autonomía del menor y la necesidad de su tutorización estricta y constante. Para ello, el Estado crea la figura del Tutor, encargado último del cumplimiento de los objetivos y bases del proceso educativo. 

b) Una lengua es un sistema, no una asignatura. 

Las lenguas no son más lenguas por ser asignatura o viceversa. Pero en su sistema compartimentado en base a conocimientos como materia asignada (asignatura) no sería posible el aprendizaje reglado, estricto y serio de la materia/lengua. Si aprendemos lenguas en el aula es, principalmente, porque el conocimiento lingüístico se considera parte instrumental y también fundamento de otros conocimientos. Si no se sabe leer, comprender textos, interpretarlos y reproducirlos (entendiendo por texto tanto la vertiente oral como escrita de los mismos) no se aprende. 

Pero, a esta casuística se le suma un factor adicional: La lengua es per se metalingüística. Según el principio básico de la funcionalidad y transmisión del lenguaje, acuñada por Ferdinand de Saussure, una lengua se aprende a través de la lengua. Es, por tanto, un proceso de transmisión ad continuum que solo se puede romper si se ejercen "interferencias conscientes y extralingüísticas" (Bosch, 2001). 

En definitiva, para que un alumno aprenda lengua, cualquier lengua, sea grande o pequeña, nacional o extranjera, por gusto o por imposición, debe aprenderla en un ámbito reglado que procure la normativización. Siento decirlo, pero quien ha estado tres veces en París y chapurrea francés, no sabe francés. Sabe usar solo un fragmento comunicativo y  no reglado. 

Por tanto, como explican los lingüistas Sapir, Lakoff, Barnes y Jakobson, el lenguaje como continuum comunicativo se expresa en forma de lenguas, diversas y delimitadas por el uso y la regla, que forman parte integral de un proceder social y socializador. No existe lengua sin uso social. 

c) Una lengua no es un concepto numérico de autoridad

Se suele caer en la falacia de pensar que una lengua es más válida cuanto más hablantes tiene. Por ejemplo, el español es mejor que el catalán porque lo habla más gente. Como apunta el sociolingüista Tuson: "Si aplicáramos este paradigma a todas las lenguas, solo hablaríamos una: El chino" Ojo, ni siquiera un chino real, sino el estándar. Porque una lengua debe estar sistematizada y reglada para procurar una transmisión correcta. Toda lengua empieza en la oralidad pero gana su cuota de estabilidad por la normativización (Fabra, 1917).

A su vez, las lenguas se dividen en términos numéricos en mayoritarias y minoritarias. Pero, es el uso social, su aceptación, integración y normalidad en el uso lo que las define como minorizadas o mayorizadas. Al respecto se pueden leer los apuntes de Tuson en Mal de Llengües.

Acordamos pues que el catalán es lengua minorizada y minoritaria frente al español. El término minorización se aplica de facto como mecanismo de protección para evitar la pérdida de la diversidad lingüística (5 de noviembre de 1992, Carta Europea de las lenguas regionales o minoritarias) y como reconocimiento implícito del papel de debilidad que este estatus otorga. 
d) 3 es mayor que 2.

En términos numéricos el número 3 es mayor a 2, dentro de la concepción de número natural y racional. 

e) El TSJC atenta contra la ciencia lingüística. 

Expuesto todo lo anterior y en vista del desconocimiento profundo que manifiesta nuestra sociedad respecto a la cuestión sociolingüística cabe destacar que:

1.- En un sistema bilíngüe (el catalán pertenece a este tipo de sistema por causas múltiples) no puede prevalecer una lengua sobre otra. Pero, para conseguir la no prevalencia se debe crear un sistema de igualación práctica consciente y contextual: Inmersión. 

2.- La voluntad del alumno no debe, ni puede, ni tiene que marcar la elección programática del centro, sociedad o núcleo de recepción de la acción docente. Dicho de otro modo, el alumno y sus padres no tienen autoridad para decidir si llevan o no a sus hijos al colegio, sino obligatoriedad. Respecto a la capacidad de elección de los padres y madres en el sistema educativo recomiendo la jurisdicción en el artículo 27.5 de la Constitución Española. http://blogs.publico.es/el-azar-y-la-necesidad/2012/12/04/los-padres-no-tienen-derecho-a-escoger-la-educacion-de-sus-hijos/

3.- Contraviniendo tanto la capacidad de elección individual de la mayoría, excluyendo el concepto de protección y especial cuidado que la propia Constitución contempla, obviando el ámbito social en el que se desarrolla la propuesta y no entendiendo los principios de equidad que deben respetarse, el TSJC ha errado el tiro. ¿No podrían haber establecido que esos niños que no saben catalán y lo están aprendiendo tuviesen un mayor refuerzo?

4.- El aplauso unánime de Ciutadans y PP a la sentencia evidencia un sistema judicial proscrito y contaminado por la política. Es del todo aberrante y ciertamente antidemocrático que una parte de nuestros gobernantes actúen de manera consciente y directa contra una de las lenguas de España, como así refleja el respectivo artículo de la CE. 

5.- El conflicto lingüístico se agrava y puede llevar a la escisión social. Y creánme que los que van a vivir en ghettos lingüísticos no son los catalanes en Catalunya. Para informarse sobre las nefastas consecuencias de la división lingüística en el ámbito social revisen la obra de Brauli Montoya y los estudios de Castanyer. 

6.- Al caber recurso al Supremo se evidencia la calara estrategia. En el proceso del recurso se aprovechará para tensar más la cuerda. La idea es provocar el rechazo hacia el ámbito político catalán usando la lengua como arma arrojadiza. Y las lenguas SON DE TODOS. 

7.- En Catalunya hay catalanes castellanoparlantes y catalanes catalanoparlantes. Un grupo no debe excluir al otro. Y el mayoritario y mayorizado debe conocer la situación real de la lengua minoritaria y minorizada. La idea de 'imposición del catalán' es una falacia. Dicho lo cual, les remito también a los artículos referidos a esta cuestión en este blog. 

David Marzal

Profesor, Licenciado en Filología Catalana y Escritor

P.D: Aprendí en un sistema bilíngüe, inmersivo en catalán y domino las dos lenguas más una extranjera.

4/08/2013

EL HEDOR

La RAE define  "hedor" como "olor desagradable y penetrante". Si nos fijamos en la definición no nombra qué cosas son desagradables o penetrantes. Por ejemplo, el perfume Poison para mí es desagradable y penetrante...Pero no entraría en la definición de hedor por el mismo hecho de ser definido como "perfume". Perfume: Sustancia que se utiliza para dar buen olor. Olor bueno o muy agradable. ¡Un momento! "Que se utiliza para dar buen olor". O sea, para tapar o resolver un hedor.

Vamos a aplicarlo a la política española. El dinero era el perfume que tapaba el hedor de la inconmesurable mierda en la que nos estaban hundiendo. En aquellas épocas de orgiástica felicidad posmoderna, los nuevos ricos se bañaban en los cutrelogos de marcas carísimas, las casas crecían como setas y las noches eran un sinvivir de fiesta y despiporre (desbarajuste según la RAE). Todo era bello, hermoso, fluía como agua cristalina. España iba bien, el euro era lo más, las calles eran nuestras y el futuro resplandecía. Sobre todo era brillante para los chavales que con 16 años ya ganaban 4000 pavos y se iban en Audi A3 a jincar con la novia/novio/amigo entrañable de turno.

Y, ¿qué hacían por aquel entonces muchos jóvenes? Pues otros se dedicaban a una cosa muy digna llamada estudiar y formarse. Todo el día formándonos, forma aquí y forma allá, y formaté y formaté. Venga clases de inglés, venga sesiones de biblioteca, venga tesinas, venga másters, venga doctorados, venga investigación, venga licenciaturas, venga cursos, cursillos, simposios...En fin, un festival de libros y datos que ni Einstein podría concebir.

Pero todo era perfume. Y los perfumes suelen ser muy caros. Carísimos algunos. Busquen en la boutique du Guerlain o la de Cartier...Y, claro está, si no hay perfume huele mal. Empezábamos a olernos que algo malo se acercaba. Bueno, en realidad España ya olía a rancio que daba gusto y bastante a naftalina. Pero como nos habíamos bañado en litros de fragancia monetaria nada parecía avisar la gran bola de olorosa mierda que se nos llevaría por delante.

Empezaron a heder las bocas de los políticos mentirosos, hedían los despachos de corruptos y hedían las bragas y slips de sus amantes testaferros, hedían las decisiones parlamentarias, hedían las sonrisas de cordero con ojos de lobo, hedían las promesas populistas, hedían las campañas electorales financiadas a golpe de mamada institucional, hedían los trabajos basura, hedía el irrisorio nivel cultural de algunos, hedía la telebasura, hedían los cadáveres por recuperar, hedían los tiros en la nuca, hedían los chantajes, hedía la chulería, hedía el ladrillo y hedía la urba de nuevo magnate del opio futbolístico, hedía el coño de la Bernarda y el rosario de la Aurora.

Y ahora que ya no nos queda ni gotita de perfume. ¿Qué podemos hacer? Pues la mejor técnica es la que nunca emplearon, al menos con sus amantes, María Antonieta o Isabel la Católica. Lavarse. Pero ya sabemos qué ocurre cuando la roña está muy incrustada...Que duele el frotar y abrasa la piel. La pena de todo es que el hedor también alcanza a los que nunca se perfumaron porque siempre venían limpios de casa.

David Marzal

Profesor y escritor.

4/01/2013

PREMIO!

Lo que ocurre en este país no se le ocurre ni al más desquiciado de los catetos. http://www.canalsur.es/portal_rtva/web/noticia?id=279804 Lo de la retirada del premio a esta novela evidencia muchas cosas: Se pasan el criterio de un Jurado por el forro de los cojones; se pulen la libertad creativa; aplican la censura y, esto es lo mejor, hacen un ridículo espantoso confundiendo género e igualdad de las mujeres con papanatismo. 


Como yo básicamente me dedico en cuerpo y alma al noble arte de las Letras y he luchado toda mi vida por decir lo que sale de los huevos, voy a hacer una breve sinopsis de las obras que esta banda de burros con boina deberían leerse. Tranquilos que será un somero recorrido en base a mis gustos. Dejo de lado el academicismo, porque si me pongo académico igual salgo con un lanzallamas a la calle y quemo a toda esa caterva de censores que hacen inteligente a Torquemada. Manda huevos que estemos al borde del Codex Librorum Prohibitorum en pleno siglo XXI.

Para empezar se pueden leer una bonita novela llamada Clockwork Orange de un chico muy diver llamado Anthony Burgess. Paren especialmente en el pasaje de la violación grupal o en el de las palizas con bombín y música clásica. Tampoco dejen atrás esa maravillosa terapia de choque provocadora de suicidios o la apología de la droga como escape vital. Tranquilos, que Burgess solo se estudia en tercero de carrera y ahí este rebaño de idiotas no llegaría jamás. 

Para continuar se pueden decidir por Las Edades de Lulú, escrita por Almudena Grandes, feminista por cierto. Paren en el pasaje en el que Lulú es sometida a una divertida sesión de depilación del coño para ser bestialmente sodomizada a continuación. O también pueden ir directos al momento en que para complacer a su marido Pablo, la ya iniciada Lulú, se deja someter y es penetrada por su marido y...agárrense...un posible "familiar". También pueden disfrutar muchísimo con Beatriz y los cuerpos celestes  de Lucía Etxebarría. No se asusten en los pasajes que hacen referencia a la sumisión y la entrega absoluta.

Continuen el recorrido y lean El Amante de Marguerite Duras, premio Goncourt y traducida a 43 lenguas, Y asómbrense con el proceso de sometimiento y anulación de una joven de 15 años en manos de un atractivo chino llamado Lee. Paren en la poeticidad de un bonito polvo de estilo bondage vendas incluidas. 

Si aún soportan tanta desigualdad recorran las bonitas páginas de Última salida: Brooklyn de Hubert Selby. Y gocen a tope de la violación grupal en pleno puerto a una drogada e indefensa prostituta. Sí, sí, puta, drogada y violada.¡Qué fuerte! Si aún tienen hambre tras el festival recorran el maravilloso mundo de Norman Mailer en Los hombres duros no bailan. Y alucinen con las fantasías del protagonista sobre posibles asesinatos de su esposa.

Venga, que aún pueden disfrutar un poco más. Acérquense también a una magnífica obra llamada Justine o Los Infortunios de la Virtud del Marqués de Sade. No se pierdan la escenita en la que un señor cura maltrata con tortura física y golpes a la inocente Justine. Y ya, como guinda del pastel, no se pierdan tampoco American Psycho de mi adorado Bret Easton-Ellis. Escena cumbre: Un coño, un tubo, una rata viva y mucho queso brié. Imaginen.

Y cuando hayan leído todo eso y mucho más, entenderán que valorar las obras en base al prejuicio ideológico es como mínimo una gilipollez del tamaño de la Torre Eiffel. Si supieran lo que son los estudios de género serios se dedicarían a clasificar y anteponer el debate crítico al prejuicio.

Por cierto, mientras ustedes siguen convirtiendo la Literatura en un terreno estéril entregado a lo correcto y la pureza, yo me encargaré de seguir escribiendo para que ustedes, queridos mastuerzos, se escandalicen. Estoy pensando una historia de un bebé comido por un cerdo. ¡Uy, perdón! Que eso ya lo escribió Camilo José Cela, premio Nobel y fundador del tremendismo, en su obra La familia de Pascual Duarte. Tendré que imaginar algo más original. 

David Marzal

Profesor y Escritor