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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

7/21/2012

El SÍNDROME DE DIOS

El austero y mayor profesor de Medicina entra en el aula. Sus alumnos, emocionados jóvenes de primer curso, le miran con respeto pero también con recelo. El profesor, canicalvo y estilizado, manos firmes y gesto adusto, les da la bienvenida. Los alumnos siguen ensimismados en su aspecto casi angelical.

Pasadas las primeras semanas, ya rentabilizadas las emociones, el profesor de Medicina los lleva a la morgue. Hace frío. Y la fina bata no da para parar los nervios que recorren a la audiencia. "Aquí tienen ustedes lo que somos. Los seres humanos somos simplemente esto: Un organismo". El profesor de Medicina, manos enguantadas y mascarilla al frente, señala con el índice el corazón del cadáver donado a la Ciencia. "Díganme, ¿qué es esto?" Los alumnos, absortos, tardan un poco en contestar "corazón". El profesor de medicina ríe. "No, no es el corazón es, concretamente, el ventrículo derecho". Así, a lo largo de dos horas, prosigue su clase magistral señalando aquí y allá. Ahora la rótula, ahora la caja torácica, ahora un cartílago, ahora una clavícula...Los alumnos toman apuntes y aprenden. 

Pasados tres meses del curso, habiendo visitado ya la sala de difuntos e investigación decenas de veces, el profesor de Medicina les pregunta: "¿Cúal es su principal misión como médicos?" Un alumno pizpireto y de elevado coeficiente intelectual responde raudo: "Curar, señor". El profesor de Medicina sonríe. "Señoras y señores, su misión es prevenir. Porque cuando estén curando estarán un paso más cerca de la temida muerte" Prevención, graban a fuego los alumnos en sus cuadernos.

La última clase antes del primer parcial de Anatomía el profesor los lleva a un lugar diferente. El olor a amoniacos, yodos y formol se ha disuelto en un aire puro. El jardín huele a húmedo barro y a nube desmadejada. "El examen es ahora y es aquí". Los alumnos entran en pánico, algunos incluso se permiten el lujo de hacer temblar sus manos. "Usted, el del jersey verde: ¿Qué función tiene este órgano?"- dice señalándose el pecho. "Es el corazón, señor, y su función principal es bombear sangre al resto del organismo produciendo un efecto de..." Y así, uno y otro y otro...Acabada la prueba el profesor se retira. Los alumnos, aún en shock, no dan crédito. 

El tablón de notas anuncia un suspenso general. Los alumnos se ponen nerviosos. Algunos lloran. El profesor de Medicina les espera en el aula y vuelve a preguntar: "¿Saben por qué todos han suspendido?" Silencio. "Padecen ustedes el Síndrome de Dios". Estupor. "Ustedes creen que serán médicos a base de recitar teoría, repetir fórmulas y hacer composiciones de lugar. Entienden esto como ser inmunes y dirigir la vida de los otros en base a su conocimiento. Y lo que deben saber es que los verdaderos médicos son aquellos que antes de la función anteponen la misión. La misión del corazón es bombear sangre pero su función es amar. Y ustedes, señores, no pueden atender a pacientes si no saben amar." 

España en el rescate total. La economía como piedra de toque de todos nuestros males. El desplome sin precedentes de los valores sociales. La miseria a la vuelta de la esquina. La enfermedad acecha en medicinas de pago variable. El sistema sanitario desmontando. La gente en una eterna lista de espera de la esperanza. Las calles abarrotadas de manifestantes. Los puños muy apretados. Las clavículas tensas. Los globos oculares saltando de sus órbitas. Las mandíbulas prietas como acero. Los dientes crujientes que estallan. Y todos comparando a España con un paciente moribundo.

Aquellos que olvidaron que la misión no es curar sino prevenir. Aquellos que confundieron la función de la economía con la misión de la economía. Aquellos que no saben amar dominan hoy el juego. Quizás, y solo quizás, solo nos quede la esperanza de saber que algún día los sacaremos al jardín y les haremos preguntas. Y entonces, podremos suspenderlos a placer. Mientras, esperemos que el sistema siga bombeando valor y dignidad. O que acabe destruyéndose por el puñetero Síndrome de Dios.

David Marzal

Escritor y profesor.

Dedicado a todos los médicos y sanitarios que han formado parte de mi vida.

2 comentaris:

  1. Me ha encantado. Por cierto, ¿el texto entrecomillado es tuyo?

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  2. Sí, CakRot, el texto es mío íntegramente.

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Es prega sinceritat. Se ruega sinceridad.