Beatriz Talegón, Licenciada en Derecho, Profesora de Música y Piano, voluntaria para Cruz Roja, voluntaria para formación de discapacitados opositores, abogada en departamento de multas de una comisaría, abogada en Legalitas, becaria en la Junta de Castilla La Macha por la UAH, miembro de la Internacional Socialista, 3 idiomas, camarera de McDonald's y bares de copas...Este currículum tan atípico que capto a vuela pluma de un vídeo en Internet no hace a Beatriz mejor ni peor que nadie. Pero tampoco la reduce a la nada que algunos pretenden.
Lo que ha ocurrido hoy en la manifestación de la PAH en Madrid, caso singular, aislado y minoritario, ha sido vergonzoso. Y lo ha sido porqué el primer principio de la Democracia debe ser el respeto al adversario, que no enemigo. Una cosa es Twitter, el chascarrillo de bar, la broma algo bruta que todos hacemos o una irada reacción verbal para descargar tensiones...Y otra, muy distinta e inadmisible, es limitar o evitar el derecho a expresarse o manifestarse de alguien.
Claro que cuesta contenerse, claro que duele que gente que no movió un dedo en su momento merece un castigo, claro que no debemos permitir que se pongan medallas a costa de los movimientos cívicos. Y claro, también, que no podemos justificar la violencia. Una cosa son las guerras tuiteras, el humor negro o las exageraciones y otras es sacar a alguien de una manifestación.
La verdadera democracia es la que se basa en la libertad. Y toda libertad particular acaba donde empieza la del otro. Los seres humanos nos asociamos o disociamos en base a usos complejos. Cada contexto merece su comportamiento y cada situación su reflexión. ¿Acaso creen que ante la ola de injusticias, abusos, mentiras, incompetencias, violaciones del Derecho, burlas, cinismos y muertes que sufrimos no me liaría gustoso a palos? Si por mi fuera más de uno estaría ya en su casa contando nubes. Pero si esa ira, ese estallido, traspasa la pantalla del móvil para alcanzar a la realidad tendremos un grave problema.
La violencia se fomenta siempre en dos sentidos: La activación de los mecanismos del odio al adversario y la pasividad cómplice ante el hecho violento. No seamos como ellos, no apliquemos violencia donde debería haber justicia y hay razón. O, ¿acaso la coacción es un camino para conseguir un propósito? Si es así...bórrenme de la lista. Y advierto...si por mi fuera les arrancaba la cabeza, pero ante todo, aquí, nos jugamos la democracia. Cabrearse es sanísimo y recomendable en la vida. Agredir inadmisible.
David Marzal
Profesor y Escritor.
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Es prega sinceritat. Se ruega sinceridad.