EL ESTALLIDO

El 12 de febrero de 2012 pasará a la Historia de la Democracia española como uno de los más negros. Por primera vez en mucho tiempo hemos estado al borde real de la explosión social más absoluta. Y no era para menos. ¿Alguien puede entender que se valore más la mal llamada fiesta nacional que la vida de personas? Los toreritos enchaquetados, aún la sangre caliente oliendo bajo el sobaco, estaban ofendidos y parecían jugarse la vida. Los toreritos enchaquetados no estaban allí para defender a la gente honrada que se queda sin casa. No. Estaban para defender sus intereses "culturales". Si el toreo es arte y cultura voy a poner a proponer de lectura del próximo curso Justine y ver Holocausto Canibal. Total, vivimos en el país de la indiferencia ante la tortura animal.

Pero, mientras los toreritos enchaquetados veían recompensada su angustia con un aprobado, los desarrapados de la hipoteca casi han tenido que coger a un político y descuartizarlo (virtualmente) para que reaccionasen. Hasta yo que soy de natural bestia cuando me tratan injustamente he notado que el ambiente olía distinto. O mejor dicho, que oteábamos sangre en la ontananza. Y, ¡ay de aquellos que subestiman la frustración humana! La violencia de masas no surge de la nada, surge de la frustración. 

Pero, ¿estaba justificada toda esa explosión de ira? ¿Por qué hemos reaccionado así? Pues la respuesta está a punto de ser enterrada en Calvià. Como decía Mecano...otro muerto, otro muerto, qué más da, que lo entierren, ya está muerto, qué más da. Pero no nos ha dado igual. Ni mucho menos. Ya no nos dan igual muchas cosas porque hay cosas que no tienen un pase. 

En el país que dilapida miles de puestos de trabajo a diario, el país de la incompetencia com cargo, el país de la subcultura ágrafa y el prejuicio atávico, el país que no se aclara ni sumando un libro de contabilidad, el país que se autodestruye cada dos por tres, el país de la imitación exterior y la propaganda turística de cabaret humeante, el país de las mujeres asesinadas, los niños que buscan pan en la papelera del cole, las casas sin calefacción y sin agua, las Universidades devastadas de recortes y hospitales vampirizados por los de siempre...en ese país...hoy algo nos ha hecho clic en el interior. 

Ya no os queda tiempo políticos. O vosotros o nosotros. Y cuidado con resbalar porque el aliento os lo vamos a echar a la cara y mirándoos a los ojos. Sí, queridos políticos del sobre B y la contabilidad nevada en Suiza, pagadores del sueldo negro y acosadores del ERE amenazante, inmorales del confeti y aparcaputas de lujo, vosotros, sí, vosotros. Hemos hecho clic y lo debéis tener muy claro: O estáis con nosotros o contra nosotros. Y creedme si os digo que la frustración es tan enorme y tan flagrante que o acabáis con este festival de la ignominia o estáis en serio peligro. Tranquilos, no es una amenaza. No es elegante amenazar ni valiente. Es una declaración: Id con cuidado por la sombra que el pueblo del que os burláis cada día está de vosotros hasta los huevos. Al pan pan y al vino vino. ¿No era así? 

David Marzal

Profesor y escritor freelance.