El Low Festival 2014 terminó. Y no sabemos si empezar a contarlo desde el final o desde el principio. Desde el final por su cierre impecable. Desde el principio por su explosivo inicio. Tras tres días de jarana tenemos clara una cosa: El Low Festival ha crecido para mejorar a través de una proyección nacional e internacional realmente seria y comprometida.
Viernes, la noche que refrescó
El primer día del Low Festival prometía, pero no esperábamos que tanto. Nada más entrar al recinto, el Estadio Guillermo Amor y zonas colindantes, ya notamos cambios. Este ha sido mi tercer Low y desde los accesos, hasta la zona de taquillas pasando por la distribución de escenarios han cambiado. Budweiser, Ron Matusalem (a partir de ahora el Matu para los amigos), Wiko, Jägermeister, Sounds From Valencia...En fin, un gingantesco despliegue que nos dejó con la boca abierta. Sumemos a ello la maravillosa Zona VIP y la megamaravillosa zona VIP POOL (mi primer año allí y creo que es un trocito de cielo en la Tierra).
Personalmente inicié el Low con The Hives. Sí, ese grupo sueco que nos dejó bastante en shock gracias a un cantante que estaba entre Mike Jagger, un humorista de la Paramount y un acróbata del Cirque du Soleil. Me agoté de verlo. Primera bofetada al tópico de los nórdicos son fríos. Potentes, inmensos, white and black eléctrico, entrega absoluta. The Hives ya lo dijo: Nunca hay silencio en un concierto de los Hives. Y todo explotó. Los riffs de guitarra, la batería y la voz de su cantante demostraron que el Low venía cargadito de tralla.
Tras los abrumadores The Hives llegó Vetusta Morla. No puedo ser objetivo con Vetusta Morla. Me apasionan y me dan vida. Los adoro. Me enloquecen. Me lo canto todo. Pero lo del viernes fue un paso más allá. No sé si fue porque Pucho se cortó el pelo o porque la relación de este grupazo con el Low viene de lejos (y ellos se encargan de recordarlo). El concierto fue emotivo, potente, desgarrador, apasionante. Pucho me hizo llorar. Sí, llorar como si fuera yo una quinceañera. Pero solo había que verle sudando, con su camisa azul celeste que transmutó a azul marino, respirando sobre el micro cada verso de La Deriva, Fuego, Copenhague, El Hombre del Saco, Maldita Dulzura, Tour de Francia o la impecable Otro Día en el Mundo.
Vetusta Morla supieron aportar progresión y potencia a través de un Pucho que se salía del pellejo cada vez que coreábamos. Y entonces el silencio y ese juego de voces y graves y altos...Y ese gesto dramático de histrión controlado...Dominio absoluto del escenario, imponente puesta en escena, dureza y rotundidad en un grupo que cada vez pisa con mayor rigor y efectividad el escenario.
Tras refrescarnos en la VIP POOL nos dirigimos al concierto de Sidonie. ¿Qué se puede decir de este grupo que no se haya dicho ya? Solo había que ver cómo sonó Fascinado para darse cuenta. Sierra y Canadá avanzan a pasos de gigante a través de la solera y el savoir faire de estos chicos que siempre son tan agradecidos y generosos.
Y ahora toca de nuevo hacer un breve paréntesis para hablar de Belako. Belako son cuatro chicos vascos (2 hombres y 2 mujeres) que van a dar mucho que hablar. Ya lo están haciendo, pero después de lo visto el viernes creedme si os digo que no tardarán en ocupar portadas de peso internacional. Sofisticados, oscuros, personalísimos, duros, extravagantes, casi desganados a la par que obsesivos. Belako es un viaje sensorial que te golpea, te agarra y te arrastra. Pueden ponerse popies con palmaditas o salvajes a la guitarra, pueden acariciar con la voz o demolerte con ella. La revelación de la noche. Y eso que solo vi una parte del concierto porque había que volver a la VIP POOL a cenar. Bendito sea el sushi de Nokori Alicante y Kabuki Madrid en la madrugada.
Tras el apaño estomacal y aún con el atún al wasabi en la boca entramos en el final de We Are Standard. Y mira...Sí pero no. Sí porque los temas bien. No porque el cantante me saca de quicio. No sé. Igual es que tras la elegancia, sutileza, potencia y follada musical que nos había dado Belako, no podía con aquella actitud. Pero para ser justos hay que decir que apasionaron a muchos y se lo pasaron bomba. Oye, no todo nos puede gustar a todos. Y tras todo este zig zag...The Magician llega y me versiona I Follow Rivers de Lykke Li. Final de jornada enorme.
Sábado, la noche que se calentó
Sábado en el Low es sinónimo de cabeza de cartel. Este año tocaba Massive Attack. Estuve en el concierto, me gustó, lo disfruté. Pero me niego a escribir más de dos líneas sobre un grupo que dinamitó todo por su ego. No, queridos, Corizonas y Second no son menos que vosotros. Hacen MÚSICA en mayúsculas y merecen todo respeto. Si hay algo que nos ha enseñado la música en España es que los músicos se respetan de cara al público. Gracias por atrasar el concierto de Second porque los vi y estuvieron acojonantes. Petado el aforo, llenazo, diversión. Mal Massive Attack por el divismo. Quien ha hecho milagros en la música no necesita esos puteríos. Luego vinieron Editors me gustaron pero no me emocionaron. Son guays, están buenos, cantan cojonudo, saben llevar al público...Pero meh...Todo muy centrado en su cantante, en su imagen, en su pose, en su sex-appeal. Me quedo sin duda con la sencillez y honestidad de Raül de los Refree, el grupo catalán que me ha conquistado por completo con una actuación soberbia en el escenario Wiko.
Y entonces llegó ELLA. A ver cómo lo explico sin parecer que soy un groupie. Se llama MO, es joven, pesa poco y reventó el escenario. Lo de MO no fue ni medio normal. El escenario Matusalem estalló. Ella y sus músicos sin camiseta, ella y su faldita corta color violeta, ella y su top negro, ella y sus Nike con calcetines blancos. MO no es una cantante, es una artista, un tornado, un terremoto y un tsunami. Hizo la croqueta en el escenario, vaciló lo habido y por haber, se tiró al público y bailó con ellos, se hizo hasta selfies, la mantearon entre el público como si fuera una estrella de rock...Y versionó a las Spice Girls. MO forever, MO la revelación, MO como el gran concierto del sábado. Otra puntada a los que hablan de frío nórdico y van dos.
Y tras la energética MO, llegaron los de El Columpio Asesino para presentarnos Ballenas muertas en San Sebastián. Duro, complejo y potentísimo. Así es el nuevo trabajo de Columpio tras sus Diamantes. Nos quedamos boquiabiertos porque hubo desde momentos muy techno hasta puro rock heavy metal...Pasando incluso por algunos momentos de lo más Standstill. El grupo ha crecido y ha ganado en simbolismo. No es apto para todos, pero eso es muy bueno.
Domingo, la noche que ardió
El tercer día de un Low suele ser un poco contradictorio. Es la lucha entre el que pare esto que mis pies no me responden y el que siga que me lo paso genial. El día venía cargadito...Para abrir boca los Pony Bravo se despacharon un concierto a 33 grados que nos dejó patidifusos. Pese a la hora, unas demasiado tempranas 18:30, supieron dar al público lo que pedía. Hubo muchísima gente, ellos desprendieron simpatía, sonaron fabulosos y además conectaron. Bailamos hasta decir basta y fue divertidísimo. Porque aunque no os lo creáis en un festival no debe habitar solo lo experimental-raro sino lo jocoso y verbenero. Si ese concierto lo llegan a poner a las 2:00 del sábado se cae el Low de la fiesta.
Llegados a este punto ya empredimos la recta final. Y qué final señoras y señores. A las 9:00 llegaron los IZAL. Y solo puedo decir que IZAL se ha ganado un puesto de privilegio en este Low. IZAL va a volver porque hizo un concierto bestial. Fueron dinamita, nos hicieron sudar y gritar. Lo de este grupo fue digno de enmarcar. Innegable triunfo te gustase o no su estilo. De hecho, mi sueño es ver a IZAL feat Vetusta Moral feat Supersubmarina. Nos hicieron temblar. ¿IZAL es pop? ¿IZAL es rock? IZAL es IZAL y punto. El cantante desprendió un carisma y una potencia de voz que puso los pelos de punta. Los instrumentos sonaban per-fec-tos. El público coreó y bailó hasta la afonía. Pero si hay que quedarse con algo de ese concierto es sin duda una de sus mejores canciones: Asuntos delicados. Ese arrímate y de inicio y esa primera frase: De acuerdo. Sí. No tengo opción y escucharé los mismos ritmos una y otra vez hasta que salten por los aires mis oídos (sic) Así estamos aún...Oyéndoles en bucle de manera adictiva.
Y tras la bomba atómica de IZAL llegaron Kaiser Chiefs. KC fueron apoteósicos. Cuando el cantante trepó el cartelón del Budweiser (yo temí por su vida cuando el hierro de enganche bajo su pie se dobló) y nos miró supimos que era el amo del concierto. Education, Education, Education and War suenan de fábula. Ahora bien, la potencia de sonido de The Hives ahí queda para los restos.
Pero no se vayan que aún hay más...Tras este apoteosis vinieron los Love of Lesbian. Lo de LOL es ya un clásico. Te pueden gustar o no, pero la fiesta que arman hace que se les siga sí o sí. Los conciertos de Love of Lesbian son para desparramar. Y desparramamos de lo lindo. Cuando Jordi vestido de buzo nadó sobre la marea humana nos quedamos ojipláticos. Lo del año pasado fue enorme, lo de este ha sido otra vez remarcable. Y ojo a las toses nerviosas cuando cantaban Mal español. Los newLowers quedaron alucinados. Nadie hablaba de otra cosa. Love of Lesbian ERAN el festival Y probablemente recuerden este como el mejor concierto de su vida.
Para finalizar llegó la tercera puñalada al tópico de los nórdicos son fríos. The Royal Concept fueron la GRAN sorpresa del domingo. Dios mío qué regalazo de grupo. Su ritmo es endiablado, su espíritu parece el de Bowie rebozado en la purpurina de Abba y sus temas suenan puros y nuevos. Nos encantó y lo disfrutamos hasta el paroxismo. The Royal Concept podrían haber sido el cabeza de cartel. Así de claro.
En resumen, un año más Benidorm ha sido el epicentro de la felicidad para miles de personas. Hemos dejado los restos en el césped y nos hemos entregado a fondo. Ahora toca recordar, pensar, analizar y sobre todo seguir la trayectoria de los artistas. Yo por mi parte me quedo con estas tres jornadas compartidas con buenos amigos, con sorpresas y apariciones estelares y con ese punto random que me ha hecho pasar tan bien estas jornadas. El Low Festival ha venido para quedarse. Yo ya quiero más. ¿Y vosotros?
Nota adicional: Especial mención a los camareros, seguridad, chicas de los cargadores móviles, comerciantes de las paradas de ropa y merchan, puntos de atención, cocineros y chefs, limpiadoras, voluntarios, sanitarios, policías, bomberos...Joder, vosotros también sois el Low y lo habéis hecho funcionar de maravilla. GRACIAS.
David Marzal
Profesor y escritor.