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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

12/08/2015

THE LEFTOVERS, ESE VIAJE

                 Olvidemos que es televisión, olvidemos que es incluso cine. Hablemos de The Leftovers como parte de nuestra vida contemporánea. La vida de los Garvey, una familia disfuncional envuelta en papel regalo americano, es uno de los pilares de una historia tan cruel, hermosa y necesaria como la existencia misma. 

The Leftovers es un viaje a través del miedo a la pérdida. La muerte, la soledad, la frustración, la depresión, la tristeza o la falta de empatía golpean al espectador en episodios duros y densos que hacen reventar las costuras de lo emocional. No es una serie con (demasiados) efectos especiales, paisajes o aventuras. Pero es una serie que realiza el viaje más arduo y descorazonador: Saber quiénes somos ante nuestra vulnerabilidad.

Una piedra que rompe un cristal, agua, un llanto, una mujer moribunda tumbada sobre una roca, un cigarrillo, un silencio, un rotulador que rompe ese silencio, un abrazo, una piscina como liberación, una foto sin vidrio, una canción que resuena, una huella, un traje blanco, un olvido...Objetos, objetos que son restos de vidas, de recuerdos, de quienes estuvieron y no están y de quienes están como si no estuvieran. Esa es la grandeza de The Leftovers; es capaz de llevar lo simbólico al terreno de lo íntimo y hacer de una breve nota de piano en re mayor un doloroso viaje a nuestro yo.

Lo que ha conseguido The Leftovers es milagroso, pues ha unido la complejidad del discurso filosófico sobre la creencia con el mecanismo del pacto social. The Leftovers no es fácil porque habla de cómo entendemos el mundo a través de los ojos de lo ajeno. ¿El mundo es como lo vemos o cómo nos han contado que lo vemos? ¿Hemos aprendido a estar solos o estamos en una huida constante para evitar saber quiénes somos? Pobreza, riqueza, familia, normas, leyes, violencia, derecho al olvido y olvido de nuestros derechos están presentes en una trama abrumadora.

Todos los que hemos vivido este viaje, que debería continuar si la HBO no comete la atrocidad de no renovarla, hemos quedado tocados. The Leftovers te hará sufrir como un perro herido, te hará revolcarte en tus lágrimas, te someterá a sesiones de tensión psicológica que rayan la tortura, te empujará a un estado de confusión y mareo sin precedentes, te perforará el alma sin piedad y te escupirá fuera de tu marco de referencia y seguridad. Llorarás, sí, llorarás a moco tendido sin poder evitrarlo y desearás seguir llorando largo tiempo porque serán lágrimas reveladoras. Catarsis. The Leftovers hubiera sido firmada por los dramaturgos griegos o por Shakespeare. Lo romántico emocional convertido en posmodernidad al servicio de la televisión, eso es básicamente esta serie. 

Pero lo que hará esta serie por ti es al fin y al cabo enseñarte a vivir mejor sabiendo que si alguna vez partimos siempre seremos recordados. Atrapante, desesperante, llena de zonas de impacto y oscuridad, perversa incluso en algunas ideas y arriesgada como producto para minorías sedientas de sufrimiento. Larga vida a The Leftovers. Larga vida a la serie que conmocionó a millones de seres humanos. Y recordad...You Are HOME.

David Marzal

Escritor y profesor de Secundaria.

1 comentari:

  1. Impresionante. Ni una palabra de más ni una de menos. Pones es un pequeño texto todo lo que miles de espectadores seguramente querríamos decir al acabar la segunda temporada. Ayer te dije Gracias en un mensaje al acabar de verla porque esta serie fue una recomendación tuya. Hoy te digo Gracias por este fantástico texto, porque resume lo que yo hubiera querido escribir y no me he atrevido.
    Tu amigo Miguel

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