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Si pulsas en esta célula mi sangre textual circula

3/07/2013

POR AMOR AL ARTE

Leo atónito que Lucía Etxebarría ha tenido que cerrar su perfil particular en Facebook tras una oleada de ataques brutal. Por ataque brutal me refiero no solo a insultos típicos que pueden resbalarte dependiendo de tu autoestima, sino un sinfín de acusaciones y demás barbaridades. Pero no es eso lo que me ha llamado la atención especialmente. 

Lo que me llama la atención es que todo esto se produce antes de la promoción de su último libro. En esta ocasión, el que parece ser un interesante recopilatorio de artículos de opinión sobre actualidad. Todos, según palabras de la propia escritora, polémicos y hasta censurados en su momento. De hecho, hits del RT como La Infanta Cristina es tonta deberían estar enmarcados, como mínimo. 

Porque si hay algo que caracteriza a Lucía Etxebarria es que es una mujer valiente. Llevo siguiendo su trayectoria desde hace años, desde sus inicios. Y, aunque como todo creador ha tenido momentos más acertados que otros, la dinámica general ha sido de mejora. No sé si habéis leído muchas de sus obras, pero todas ellas están guiadas por el afán de libertad. Sus personajes se encuentran habitualmente en encrucijadas imposibles, dolorosas y fraguadas situaciones que les hacen cambiar. Pero no cambian para fingir, sino para afirmarse, para reconocerse, para quererse a si mismos aunque les duela hasta el estrépito, para , en definitiva, entender a través de si mismos el mundo que les rodea. 

Y justamente eso es lo que le pasa a Lucía Etxebarría, que no sabe fingir. Y eso es una gozada. Y también algo que muchos no entienden. Acusar a un creador de abusar de la promoción es absurdo a la par que inútil. Los escritores, cineastas, bailarines, arquitectos o dueños de bar necesitan promocionar su negocio. Si no vendes, no comes. Punto. 

El problema que tiene Lucía es que aún confía en la bonhomía de la gente. Y la gente, querida Lucía, no todos claro está, es bastante tremenda. Este país es muy de escupir a sus creadores y artistas. Bardem o Almodóvar son claros ejemplos. Y eso se produce por diversos hechos. El principal, sin duda, ser uno mismo y exponerse. 

De Lucía Etxebarría sabemos que es animalista, feminista, que acumula premios de prestigio, que ama la música, que tiene una hija, que tuvo fortunas y penas de amor, que cayó en una depresión y salió adelante, que proviene de una familia conservadora, que es vasca y que se lo pasa pipa en los festivales y saraos a los que la invitan. 

Pero, lo que no sabemos de Lucía Etxebarria, ni deberíamos pretenderlo porque no tenemos autoridad moral alguna en ese sentido, es cómo se siente. Cada uno es dueño de sus silencios y sus ruidos, de sus impaciencias y sus esperas, de sus miedos y sus valentías. Y puede gestionarlas como le salga de salva sea la parte. Eso no te hace mejor ni peor. Solo contribuye a que seas uno más en la multitud. 

Así que, espero que Lucía siga siendo tan clara, directa y afable como siempre, que siga regalando a través del maravilloso vehículo del lenguaje obras interesantes, que siga pensando el mundo como debe hacer cualquier persona que desea su mejora, que siga risueña o enfadada o callada...Pero que no nos deje. No están los tiempos para perder a las personas auténticas...y para trabajar por amor al arte. 

David Marzal 

Escritor y Profesor de Secundaria

2 comentaris:

  1. "Lo que me llama la atención es que todo esto se produce antes de la promoción de su último libro." --> a mí lo que me llama la atención es que te llame la atención que Etxebarría se comporte de manera infantil para promocionar su libro. La anterior promoción fue hacerse la tonta "uy he enviado fotos en tetas sin querer". Esta vez ha sido dárselas de lista alardeando de conocer autores de renombre y, aún peor, insinuando que el resto no les conocemos. Si es promoción, me parece ridícula. Si es sinceridad, me parece una estúpida rematada.
    Saludos!

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  2. Este es mi comentario, el que Lucía Etxebarría no quiere publicar en su entrada en el blog Allegramag a raíz de la polémica (una polémica generada por un comentario suyo). Aún está pendiente de moderación dos días después.

    "Todo esto me tiene alucinada.

    En primer lugar el hecho de que en esta explicación omites la parte que hizo que tanta gente publicase contra tu primera respuesta a la carta de Octavio. Esa en la que decías que pasabas de comentarios bienintencionados de aquellos que ni siquiera se habían molestado en informarse y también en la que decías que aunque todos pensásemos que los escritores erais gilipollas erais inteligentes…

    Esa respuesta, ese tono fue el que muchos consideramos inapropiado, sin más. Quizás haya gente que te pusiese a parir, por supuesto que hay gente que aprovecha para criticar, insultar y también para quemar contenedores tanto en celebraciones como manifestaciones. Los imbéciles están ahí.

    Pero tú empezaste a bloquear a todo el mundo que decía algo que sonase mínimamente crítico. Mi comentario fue: “una cosa es contestar “no sabes de lo que estás hablando” y otra lo que has hecho”. Acto seguido me encontré con un bloqueo en facebook que siguió al de tuiter.

    Y me sorprende mucho ver esta versión sesgada de la realidad, pues ahora leo cosas que me hacen pensar que bloqueaste ayer a hordas de trolls que te insultaban sin parar cuando la realidad es que bloqueaste a un grupo de gente que te faltó al respeto, a algunos que defendían la piratería y a otro grupo más numeroso de todos aquellos que decían estar flipando con tu reacción, gente que te seguía y a la que le gustaba leerte, estuviesen o no de acuerdo.

    Así que nada, puedes borrar mi comentario ahora, bloquearme o hacer lo que te parezca mejor, que para eso es tu sitio web, tu facebook y todo lo que quieras.
    Pero lo que me parece muy muy grave es que estés dando una versión tan sesgada de la realidad que se vivió ayer y de una manera intencionada, pues ya he leído muchos comentarios de seguidores tuyos que están flipando por tus bloqueos, así que imagino que tú también lo sabes y de eso no hablas. Es que es muy diferente decir tras haber borrado todo “ayer muchos me insultaron” a “ayer recibí muchas críticas, parte de las cuales estaban fuera de lugar y de forma”.

    Sinceramente me he quedado alucinada con la actitud de esta señora. Tuvo una contestación fuera de lugar comprensible para muchos, una reacción increíblemente airada para todos aquellos que no estuvieron de acuerdo con ella y luego una explosión de victimismo en la que hizo parecer que había tenido que bloquear a cientos de personas en facebook y tuiter porque la estaban insultando y que era una víctima de los "trolls". Por supuesto que los habría pero las cosas no fueron como ella las está contando.
    Si necesita polémicas para promocionarse perfecto, pero personalmente yo no participaré en ninguna más.

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Es prega sinceritat. Se ruega sinceridad.